Pidieron prisión perpetua para dos represores por crímenes de lesa humanidad cometidos en la subcomisaría de Villa Insuperable
Alejandro Federico Salice y Roberto Horacio Sifón son juzgados por los casos de 28 personas privadas ilegalmente de su libertad en el centro clandestino de detención “Sheraton”, que funcionaba en esa dependencia de la Policía Bonaerense.

Desde el pasado 25 de noviembre, el Tribunal Oral Federal (TOF) N° 1 de la Ciudad de Buenos Aires (CABA) lleva adelante el cuarto tramo del juicio contra dos exmilitares por los delitos de lesa humanidad perpetuados en el “Sheraton”, el centro clandestino de detención (CCDT) que funcionó en la subcomisaría de Villa Insuperable, en la localidad de La Tablada. Siete meses después, la Fiscalía solicitó las condenas a prisión perpetua para ambos.
Se trata de Alejandro Federico Salice y Roberto Horacio Sifón, a quienes se los consideró como coautor y partícipe necesario, respectivamente, de secuestros, torturas y homicidios en perjuicio de una treintena de personas durante la última dictadura. Ambos se desempeñaron como jefe de Logística (Salice) y jefe de Finanzas (Sifón) en la Plana Mayor del Grupo de Artillería Mecanizada 1 (GAM 1) de Ciudadela, en el partido de Tres de Febrero, a cargo de la jefatura del área 114 y el CCDT.
Para la fiscal federal a cargo de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad (PCCH), María Ángeles Ramos, y la auxiliar Nuria Piñol, tanto Salice como Sifón cumplieron un “rol fundamental” en el plan de exterminio desarrollado durante el terrorismo de Estado. Cabe recordar que, durante el cuarto tramo del juicio, se abordan los casos de 28 personas, tres de ellas asesinadas, que estuvieron privadas ilegalmente de la libertad en dicha dependencia de la Policía Bonaerense.
“Ninguno de los imputados en este juicio se hizo cargo de su accionar. Muchos envejecen impunes, muchos, por no decir todos, se guardan la información que ayudaría a reconstruir un poco lo que pasó para lo que nos falta averiguar y para devolver parte del dolor que provocaron”, manifestó la titular de la PCCH.

“Ambos tenían un rol de toma de decisiones importante en todas las acciones vinculadas en la lucha contra la subversión. Ni Salice ni Sifón aportaron ningún dato que permita ubicar a ninguno de los desaparecidos. Esto tiene que ser tenido en cuenta al momento de condenarlos, pues el silencio es, también, otra forma de tortura vigente para los familiares de desaparecidos”, agregó.
El centro clandestino de detención fue denominado “Sheraton” por los propios represores debido a las supuestas “mejores condiciones” que presentaba en comparación con otros centros y por la presencia de artistas e intelectuales entre los detenidos, tales como el sociólogo Roberto Carri y su esposa, la profesora Ana María Caruso, el cineasta Pablo Szir, y el escritor y guionista de historietas Héctor Germán Oesterheld.