Madres Protectoras: inicia el juicio el 3 de agosto
El 3 de agosto se inicia por fin el juicio contra Pablo Ghisoni.

ESTO FUE 23 DE SPTIEMBRE
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Andrea Vázquez -médica, feminista con un tercer hijo recién nacido- se separó de su marido en el año 2009. Él es un reconocido médico -obstetra y ginecólogo- empresario de la medicina de Lomas de Zamora. Lo denunció 40 veces por violencias perpetradas hacia sus hijos y hacia ella, pero fue sistemáticamente ignorada.
El 3 de agosto se inicia por fin el juicio contra Pablo Ghisoni.
Serán siete días hábiles y consecutivos de debate oral y público en el Tribunal Oral en lo Criminal N° 3 de Lomas de Zamora. Andrea será acompañada por otras Madres Protectoras que, como ella, reclaman justicia.
En esta entrevista Andrea, actual co-directora de Acceso a Justicia de la Secretaría de Mujeres, Políticas de Género y Diversidades de La Matanza contextualiza su caso, que logró llevar hasta la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
“Venimos de una larga lucha que lleva más de una década en la que fuimos sometidos a la peor de las violencias, la más invisibilizada y que no está nominada como tal: la violencia que recibimos de la justicia. Si bien existe la violencia institucional, esto es violencia judicial y yo creo que el núcleo más duro y rancio del patriarcado está enquistado en el Poder Judicial”.
“Él le partió una botella en la boca a mi hijo mayor porque le molestaba el ruido que hacía. Recuerdo que yo estaba amamantando. Esa fue la primera denuncia que hice en el año 2009. Las 40 denuncias que le siguieron no fueron tenidas en cuenta en ningún momento. Lejos de eso, nos sentaron en el banquillo de los acusados. A mis hijos los ignoraron totalmente. Cuando los citaban para escucharlos, les preguntaban ‘Pero vos ¿de qué tenés miedo? ¿De que te vayamos a buscar y que te hagamos vivir con tu progenitor?’ Les hicieron saber de todas las formas posibles que esa era la intención”, relata Andrea. No era pregunta era amenaza.
Tres años después, en 2012, los jueces del ex Tribunal de Familia N° 3 de Lomas de Zamora ordenaron un operativo por el cual la policía irrumpió en el hogar mientras ella se encontraba en su lugar de trabajo y se llevó a sus tres hijos.
El arrancamiento había sido fundamentado bajo el falso Síndrome de Alienación Parental (SAP), un término rechazado por ser un cuadro inexistente tanto por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como por la Asociación Americana de Psicología (APA) y denunciado y rechazado por miles de profesionales en los países donde este concepto disciplinador se aplica contra las madres que denuncian violencias machistas.
Durante 3 años y medio no pudo ver a ninguno de sus tres hijos, hasta que Tomás, el del medio logró escapar en 2015 de la casa de su padre, para encontrarse con su mamá. Luego, con la mediación de una “abogada del niño”, mucha militancia y denuncia mediática Andrea logró que, volvieran dos de sus tres hijos.
A partir de allí empezó otra pesadilla: la renovada convivencia permitió los relatos de abuso sexual de los dos hijos menores (hoy con 18 y 11 años respectivamente).
Defenderse (de la justicia)
Andrea recibe una noticia: el agente de la justicia está notificando incorrectamente a sus testigos para que vayan a declarar el 4 de agosto (un día sábado).
Un mes atrás (el 1° de junio) y a dos meses de comenzar el juicio oral y público por abuso sexual, citaron a su hijo menor en el expediente de reintegro de hijo, abierto por el perpetrador, quien tiene la corresponsabilidad parental suspendida desde el momento que lo procesan por un delito contra la integridad sexual.
“Un mensaje judicial para decirnos que el riesgo que existe claramente, si este sujeto es sobreseído o absuelto, es que venga por mi hijo”, sostiene Andrea.
Otro dato alarmante es que hace dos años está esperando un papel que acredite de manera urgente y fehaciente que su hijo menor está efectivamente bajo su cuidado.
“La sensación que tenemos tanto mi hijo Tomás -hoy mayor de edad y particular damnificado- como yo, es la de tener que estar constantemente defendiéndonos. Es tan grave y dolorosa la situación que terminás entendiendo y aceptando que te tenés que defender porque hiciste una acusación de abuso sexual a menores contra el progenitor”.
Es tan grave y dolorosa la situación que terminás entendiendo y aceptando que te tenés que defender porque hiciste una acusación de abuso sexual a menores contra el progenitor.”
Dra. Andrea Vázquez, Madre Protectora, co-directora de Acceso a Justicia de la Secretaría
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