SOCIEDAD

“La Revolución de Las Viejas”, la lucha contra la discriminación por la edad

Una organización de mujeres adultas mayores volverá a presentar un proyecto de ley para la reivindicación de sus derechos y la erradicación del "edadismo".

La Revolución de Las Viejas es una organización federal que busca reivindicar los derechos de las mujeres adultas mayores y destruir los prejuicios relacionados con ellas. Para esto, presentaron un proyecto de ley en 2020 que perdió estado parlamentario y, ahora, está siendo modificado para que pueda volver al Poder Ejecutivo.

Esto también está acompañado del mandato que cargan las mujeres sobre la maternidad y el rol de cuidadoras, el “mandato de abuelidad” de cuidar a sus nietos por obligación y la resignación de sus sueños y proyectos. “Las viejas de hoy son las del retorno de la democracia, las que lucharon por el divorcio, la patria potestad y las que hoy luchan por la liberación femenina. Esa generación no se quedará en su casa a tejer escarpines”, postulan.

Tamara Haber, redactora de la ley contra la discriminación por la edad e integrante de La Revolución de Las Viejas, explicó al aire de Radio Universidad que se trata de una batalla cultural contra “la mirada del capitalismo” en la cual envejecer implica una posición pasiva o de decrepitud, una “discriminación positiva” relacionada con la ternura, el amor, el llamar “abuelo o abuela” de manera afectiva a pesar de que uno no lo sea.

“Normalmente, se entiende a la vida como un triángulo cuyo punto máximo va desde los 30 a los 35 años y que a partir de ahí la vida transcurre como en una curva descendente. Nosotras queremos cambiar esa forma de ver la vida y sostener que los mejores momentos de la vida son la infancia y la vejez, porque el tiempo de envejecimiento es nuestro, no pertenecemos al mercado de trabajo”, compartió la integrante de Las Viejas.

Aunque reconoció que “no todo es bueno cuando uno envejece” debido a ciertas situaciones biológicas y a la necesidad de “ciertas atribuciones vinculadas a la salud pública”, aseguró que todas las políticas públicas del Estado contemplan a las personas mayores como a alguien en estado de vulnerabilidad. Es por esto que el grupo de mujeres busca políticas que promuevan a estas personas como “sujetos activos” que pueden aportar “sabiduría y conocimientos”, como sucede en otras culturas.

En 2020, Gabriela Cerruti, actual portavoz presidencial, presentó el proyecto de ley que perdió estado parlamentario. A partir de ese momento, según contó Haber, “más de 300 viejas” se juntaron para elaborar comisiones de trabajo para visibilizar las problemáticas que más sufre esta población, y así “se rompió un hechizo” en que la edad apareció como un factor de discriminación.

“La ley contra la discriminación de nuestro país ni siquiera contempla la edad como un factor de discriminación. El edadismo está en todos lados”, cuestionó, y reflexionó: “Hay que desarmar culturalmente los estereotipos, pero, al mismo tiempo, hay que promover políticas específicas dentro de los mercados para que esto se revierta a través de experiencias concretas de viejos insertos en el mercado laboral, que, de hecho, es lo que proponemos en la ley”.

Fuente: https://www.el1digital.com.ar

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