
Por Hugo Varela
En el marco de la impiadosa inflación que pulveriza los salarios, el gobierno anunció esta semana a través de su candidato presidencial y Ministro de Economía, una ayuda económica destinada a paliar los efectos de la devaluación exigida por el FMI en medio de la negociación por la reestructuración de la deuda contraída irregularmente por el gobierno de Mauricio Macri.
El domingo pasado Sergio Massa, en su doble rol de candidato-ministro, anunció un conjunto de medidas que tiene como objetivo ayudar a los sectores más vulnerables a mitigar los efectos de la devaluación exigida por el Fondo Monetario Internacional.
Los medios digitales en particular fueron los que canalizaron más rápidamente esta información, pero desde el lunes, los funcionarios del oficialismo desfilaron por emisoras de radio y estudios de televisión para poner en valor las medidas adoptadas por el gobierno. En cada intervención los distintos cuadros oficialistas destacaron la necesidad de esta recomposición salarial, y encuadraron el ajuste del tipo de cambio como una imposición del FMI para la renegociación de una deuda
impagable que contrajo el gobierno anterior.
Una denuncia tardía la de la deuda, acaso porque debió formar parte del discurso del Presidente en la Apertura de las Legislativas de 2020, cuando dijo ¨ Vengo a contarles, según lo entiendo, en qué lugar estamos parados como sociedad…¨ ,
mejor aún, debió ser además el principal argumento de futuras medidas correctivas que aún faltan.
Sergio Massa por su parte dijo que la puesta en marcha del nuevo Programa de Fortalecimiento de la Actividad Económica y del Ingreso para las familias argentinas tendrá por objetivo ayudar a pymes, trabajadores registrados, monotributistas,
empleadas domésticas, jubilados y trabajadores de la economía social.
Sobre la necesidad que sufren los sectores más postergados de la sociedad hay coincidencia en casi todos los sectores políticos, sin embargo, el recorte que hace el gobierno de este universo destinatario del bono provoca disidencias en propios y ajenos.
Según el DNU (Decreto de Necesidad y Urgencia) Nro. 438/2023, ¨…resulta necesaria la implementación de un aumento de los ingresos de los trabajadores y las trabajadoras…¨ ¨…, el cual permitirá mitigar la caída en los salarios reales hasta que la negociación colectiva consiga recuperar el poder adquisitivo perdido por la aceleración inflacionaria inesperada.¨
La idea de argumentar sobre el salario real se entiende bien, entonces ¿porqué se pronunciaron tantos sectores críticos de los anuncios? Podemos pensar que, según el argumento del decreto, el universo de destinatarios que sufren por la caída del salario real es mucho más amplio que el definido por el gobierno, es decir muchos sienten que ¨se quedaron afuera¨.
No obstante estas consideraciones, estamos hablando de una batería de acciones conjuntas que beneficiarán a muchos trabajadores públicos y privados y a los jubilados que bien precisan un ¨refuerzo¨, como lo nombra Massa en sus mensajes
de Instagram.
Entre los sectores que reclaman recibir este bono se encuentran cooperativistas y cuentapropistas, cuyos reclamos ya resuenan con fuerza en los oídos de los integrantes del gobierno nacional. Esta situación evidencia un descuido en la mirada del equipo económico porque estas voces deben ser interpretadas como sectores que esperaban ser representados y no lo fueron.
Esta fisura fue aprovechada por los sectores políticos opositores, los cuales hacen una crítica de la realidad como simples comentaristas y sin sentir ninguna responsabilidad sobre la situación… Bueno, ya aclaramos que el presidente enterró
el muerto ó los muertos que le dejaron.
Hay quienes se ven seducidos escuchando las críticas de la oposición, que dice estar preocupada por ¨los mas humildes¨. Deben hacer el ejercicio de escuchar que responden esos candidatos cuando se les pregunta sobre si están de acuerdo con
dar este bono, allí se darán cuenta desde que lugar hablan y como procederán si son gobierno. Ya sabemos por hechos y palabras que unos reintrodujeron al FMI en la Casa Rosada, y otros prometen, desde su ¨libertad¨ ser más exigentes con el
pueblo que el propio Fondo Monetario.
Desde aquí animamos a los funcionarios de gobierno a profundizar sin miedo estas señales que, si bien son insuficientes van por el camino correcto, el camino donde los espera la gente necesitada de estas decisiones políticas. Deben avanzar en la
misma dirección con la convicción de que encontrarán más de esa gente, y seguro serán aquellos que esperan estos signos para entender quien es el que va a sostener la lucha por sus esperanzas.
Habrá pues que escuchar el consejo de Lula al candidato Massa: ¨…Deja de juntar dólares y junta votos!¨
Que así sea.