DE QUE SE TRATA

Atención integral y abordaje interdisciplinario: conocé las actividades que realiza el Centro de Zooantroponosis

La institución cuenta con médicos, veterinarios, bioquímicos y un equipo de salud integrado por ayudantes, asistentes, enfermeras, administrativos y trabajadores de maestranza para atender y tratar diversas patologías.

Durante todo el año, el Centro de Zooantroponosis de La Matanza, ubicado en la calle Peribebuy 4.770, en la localidad de San Justo, realiza castraciones, vacunación y atención primaria gratuita de las enfermedades zoonóticas. Sin embargo, a diferencia de otros municipios, la institución local ofrece atención integral tanto para las personas como para las patologías zoonóticas, es decir, aquellas que los animales pueden transmitir a sus dueños.

“Nuestro centro está constituido por dos edificios. A uno lo llamamos ‘parte humana’, equipado con consultorios médicos, enfermería y laboratorios, mientras que en el segundo, la ‘parte veterinaria’, cuenta con quirófano, atención veterinaria primaria y gabinete etológico”, explicó Gabriela Reboredo, jefa de departamento del Centro de Zooantroponosis, en comunicación con El1 Digital.

Actualmente, el Centro realiza diversas actividades: “En el caso de la castración, la consideramos un método de control poblacional pero, además, nosotros creemos que debería haber un compromiso social de tenencia responsable por parte de los propietarios de los animales”.

Mientras tanto, todo tipo de enfermedades que pueden ser transmitidas al hombre son abordadas de una “manera interdisciplinaria”, con médicos, veterinarios, bioquímicos y todo un equipo de salud integrado por ayudantes, asistentes, enfermeras, administrativos y trabajadores de maestranza. En esta línea, Reboredo hizo hincapié en las patologías que el Centro trata con más frecuencia. “En febrero y marzo, hemos tenido muchos casos de sitacosis, una enfermedad que los loros pueden transmitir al hombre. En este caso, brindamos todas las medidas de prevención a las familias y el cuidado que deben tener con este tipo de animales”, indicó.

Por otra parte, alertó sobre la toxoplasmosis, una patología comúnmente asociada a los gatos: “Puede pasar inadvertida, salvo que el paciente tenga una inmunodeficiencia. Generalmente, se suele adquirir a través de verduras mal lavadas, carne mal cocida o el lavado incorrecto de las manos, por ejemplo, luego de manipular la tierra en el jardín”

Un integrante más de la familia

Al ser consultada sobre la conciencia animal, Reboredo destacó que, en los últimos años, “se avanzó mucho”. “Se considera a la mascota como un ser vivo con necesidades al que hay que dedicarle tiempo, trabajo y educación. No solo necesita comida y agua, también, implica llevar al animal al veterinario, tener las vacunas al día y una responsabilidad activa”, ponderó.

Asimismo, la especialista consideró que la tarea de atender las necesidades diarias de las mascotas adquirió una “relevancia fundamental” durante la pandemia. “Cuando estuvimos dentro de nuestras casas, nos dimos cuenta el soporte afectivo que nos brinda cualquier animal doméstico. Hemos adquirido una dimensión que perdura en el tiempo y persiste esa sensación de que es un integrante más de la familia y contribuye enormemente a la salud mental de todo el núcleo por todo lo que ellos dan, sin esperar retribución alguna”, celebró.

Por último, Reboredo identificó las cuestiones en las que, aun, se necesita trabajar y mejorar: “Hay que ser conscientes de que un animal no puede salir solo a la calle, sino que cada uno debe tener su collar y correa, nunca sacarlos sueltos. Además, hay que levantar sus deposiciones de las veredas porque es contaminante y, por supuesto, no abandonarlos a su suerte como todavía hace mucha gente”.

Fuente: https://www.el1digital.com.ar

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