CULTURA

“Afuera hace mucho frío”, una obra de y para adolescentes

Guadalupe Alonso y Luna Zaballa son las dos jóvenes dramaturgas autoras de esta historia que logra expresar el lenguaje actual de adolescentes con un humor hilarante y delicioso. Bajo la dirección de Silvana Amaro, estrenan este sábado en Teatro Azul.

Por Inés Hayes | Un grupo de alumnos que transitan sus últimos años del colegio secundario se embarcan en un viaje de estudios a Puerto Madryn junto a dos jóvenes coordinadores. Navegan entre el calor de la adolescencia y el frío del sur, que provoca visiones, confusiones, recuerdos. Deseos enfrentados, deseos compartidos. Las bajas temperaturas y los amigos, el amor, eso que no se dice y quiere salir a toda costa.

La obra Afuera hace mucho frío, dirigida por Silvana Amaro, se estrena este sábado 6 de mayo a las 22 en Teatro Azul (Avenida Corrientes 5965).

Es teatro hecho por y para adolescentes. Una dramaturgia donde la revolución hormonal y el espíritu solidario se combinan con pasajes de comedia y aventura. Guadalupe Alonso y Luna Zaballa escribieron la obra, con la producción de Sol Muñoz, el vestuario, de Carolina Tisera. La escenografía es de Adrián Carullo, la asistencia de dirección es de Violeta Pedregal y el diseño gráfico y fotografía, de Darshan González.

afuera hace mucho frio obra

Un grupo de actores adolescentes con formación profesional creó, bajo la dirección de la directora y profesora de teatro Silvana Amaro, una obra dirigida a sus contemporáneos. Este grupo de adolescentes le habla a otros adolescentes y niños que están en el público.

Según sus creadores, en el panorama teatral contemporáneo, el proyecto es inédito por muchas razones. En primer lugar, en el día de hoy, pocas obras se dirigen al público joven y muchas menos, concebidas y ejecutadas por jóvenes con formación y con mucha vocación. Por eso, la obra logra transmitir la alegría con la que estos intérpretes viven esa experiencia, mientras narran esta historia, que es muy peculiar.

En Afuera Hace Mucho Frío podemos ver a un grupo de jóvenes actores que no solo componen personajes interesantes en una trama divertida y audaz, sino que además disfrutan de hacerlo y lo comunican.

Por otro lado, la obra transcurre en un mundo cercano a muchos estudiantes, ya que participan de un viaje de estudios, que es un viaje muy singular. Historias individuales y conflictos de amistades y amores, recorridos desde un punto de vista extrañado, permiten fundar una poética nueva. Y, que otros adolescentes puedan compartir esta experiencia, hace de todo este proceso, una experiencia colectiva que permite despertar en ese público la inquietud de ver qué cosas podrían hacer ellos expresándose a través de una actividad artística.

La Obra

Afuera Hace Mucho Frío, de Luna Zabala y Guadalupe Alonso, está escrita por ambas autoras que se acompañan mutuamente hace 3 años en la compañía. Son jóvenes dramaturgas que logran expresar el lenguaje actual con un humor hilarante y delicioso.

Con el objetivo de sumergirse en el imaginario del mundo de la Patagonia, más específicamente en Puerto Madryn, los actores comenzaron una investigación de la fauna, la flora autóctona del lugar, aspectos de la biología marina, las excursiones que se programan en ese sitio, y por otro lado, las escuelas que planifican este tipo de viaje. Buscando también el contexto para construir el verosímil de la puesta y la historia de estos personajes tan peculiares que se van transformando a sí mismos como a sus relaciones.

En el contexto, se incluyó además una histórica toma de colegios que duró 50 días. Además, indagaron en los vestuarios, textos teatrales y literarios que los acercaran a un lenguaje próximo al universo narrativo y a la vez propio y representativo de su generación.

La obra transcurre en un hostel donde las ventanas no cierran, las camas no alcanzan y el frío se cuela por todos lados. Atravesando relaciones grupales, juegos individuales, entrenamientos y diferentes investigaciones, el grupo, con la organización de las autoras y la dirección de Amaro, logró plasmar en la obra su propia mirada, su lectura e imaginación sobre ese momento particular que es la adolescencia.

La escenografía es sencilla: 4 catres plegables, una mesita con una silla y dos paneles desmontables.

El resultado de tantos años de trabajo en conjunto, de conocimiento y relación se aprecia en la obra que no sólo narra una historia, sino que despliega el entrenamiento del grupo y su forma personal de entender el juego y el lenguaje teatral.

 

Foto: Darshan González

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